Publicidad
A veces nos cuesta admitir las debilidades humanas e inventamos excusas no sólo para nosotros mismos, sino también para los demás. La mayor parte de nuestra vida esperamos un milagro, pero siempre llega tarde, o tal vez nunca se produzca. Entonces, ¿qué esperamos? Un cambio que nos permita disfrutar por fin de la vida. Si quieres cambiar las cosas radicalmente, tienes que aceptar unas cuantas verdades sencillas.
- Seguirás cometiendo los mismos errores hasta que aprendas de ellos.
Todos los problemas, obstáculos, inconvenientes y frustraciones son en realidad errores repetidos. Y seguirás pisando el mismo rastrillo hasta que aprendas de tus meteduras de pata. Y para ello necesitarás conciencia y voluntad de cambio.
Es importante recordar que no eres víctima de las circunstancias ni del destino. Todo depende únicamente de quién eres y de lo que haces. Culpar a los demás de tus problemas no es más que una forma de negación. Ten paciencia y empieza a cambiar tu vida por ti mismo. No se puede hacer en sólo un par de días o incluso semanas, así que date tiempo y poco a poco las cosas funcionarán exactamente como quieres.
- Ves en los demás lo que ves en ti mismo
Te gusta o disgusta en los demás lo que amas u odias en ti mismo. Muestra tolerancia y acepta a los demás tal como son. Intenta comprenderte a ti mismo y percibir objetivamente tu carácter, pensamientos y sentimientos. Cualquier experiencia negativa te da la oportunidad de ser mejor mañana que ayer. Ayuda a los demás y te ayudarás a ti mismo.
- sólo tú puedes cambiar tu vida
Estamos acostumbrados a esperar. Esperamos a que nuestros sueños se hagan realidad o a que nuestra vida cambie drásticamente de repente. Sin embargo, nada ocurre hasta que pasamos a la acción.
Cuando nos sentimos infelices, esperamos un milagro que acabe con todos nuestros problemas. Pero las situaciones complejas no se resuelven con un chasquido de dedos. Si quieres cambiar, tienes que dar al menos pequeños pasos hacia tus objetivos.
La mayoría de nosotros somos conscientes de ello, pero lo olvidamos en los momentos difíciles. No esperes que alguien o algo lo haga todo por ti. Asume la responsabilidad de tu vida por ti mismo.
Publicidad